top of page
Foto del escritorPatricia Uribe

¿Cómo superar una situación difícil?

En días pasados le pregunté a mis seguidores sobre los temas les gustaría que hablara y esta fue una solicitud recurrente.

Estuve hablando con una persona que conozco que lleva 20 años trabajando en procesos de duelo para grupos y caí en la cuenta de que cuando hablamos de duelo, no nos referimos únicamente a la pérdida de un ser querido.

Se hace duelo a una situación que nos estresa, que no podemos cambiar y que realmente nos mueve el piso.

Es decir que hacemos duelo cuando muere un ser querido, cuando alguien tiene una enfermedad mortal, cuando tenemos una quiebra económica, un despido del trabajo o una ruptura amorosa.

El proceso de duelo usualmente pasa por 5 etapas, desarrolladas y descritas por Elisabeth Kübler Ross.

Estas etapas son:

  • Negación: Esto no puede estar pasándome a mi. Esto no puede estar sucediendo, no es posible.

  • Ira: ¿Porqué a mí?, ¿porqué no a los otros? ¿porqué un niño? ¿porqué otra persona que yo amo?

  • Negociación: si me mejoro, si deja de pasar, si las cosas cambian, hago esto o aquello. (con frecuencia la negociación es con Dios). Prometo cambiar.

  • Depresión: Cuando ya no se puede negar o evadir lo sucedido, entramos en un proceso de culpa o tristeza. Debemos afrontar los cambios que la situación nos depara, como entender que no podremos ver mas al ser querido, que por un tiempo tendremos que hacer cambios en nuestros hábitos de consumo, que perderemos nuestros ahorros, o lo que sea y por ende cambiará nuestro modo de vivir. 

  • Aceptación: Cuando estamos listos para afrontar los cambios, cuando sabemos que es inminente lo que esta sucediendo o lo que va a suceder, podemos llegar al final a ver la situación en paz. Podemos aceptar lo que nos está sucediendo y entonces estaremos listos para lo nuevo, para disfrutar de nuevo la vida y aceptar lo que ha de ser.

Estas son las diferentes fases que atraviesan la mayoría de las personas cuando tienen que hacer frente a la noticia trágica. Son mecanismos de defensa, en términos psiquiátricos que sirven para afrontar situaciones sumamente difíciles.

Estos medios durarán diferentes períodos de tiempo y se reemplazarán unos a otros o coexistirán a veces.


La única cosa que generalmente persiste a lo largo de todas estas fases es la esperanza.

Es importante anotar que cuando se tiene esperanza, se tiene todo. Se tienen alternativas, se tienen expectativas de cambio, se sabe que, aunque a veces las cosas son determinantes, se pueden enfocar diferente, desde un punto de vista más amable, más tranquilo y por ende desde una óptica distinta.

Cuando tenemos esperanza y podemos darla a los demás, todo puede pasar.

En todo este proceso es importante saber escuchar.

Desde el punto de vista espiritual, la esperanza, es recordar que todo lo que vivimos de una u otra forma es creado por nosotros para nuestro aprendizaje y que, como seres de luz perfectos que somos, nada puede dañarnos, somos inmortales y somos eternos.

Es decir, nuestros seres queridos se marchan de este mundo porque así lo desearon, (espiritualmente, claro está) y nosotros tendremos que hacer nuestro aprendizaje de recordar que también a nosotros nos acompañan y nos ayudan en nuestro camino.

Cuando el tema es una quiebra económica o una ruptura amorosa, pasa lo mismo, elegimos nuestras lecciones y como lograremos llegar a ellas. 

Pasaremos por las fases de negación, ira, negociación, depresión y aceptación con mayor o menor fuerza, pero al final, si podemos recordar quienes somos y que lo que nos sucede es solo nuestra propia obra de teatro montada para nuestro aprendizaje, podremos superar emocionalmente la situación.

Es solo un viaje y volveremos a casa, a nuestro hogar.

Visto así, sabremos que siempre habrá alternativas, siempre podremos escoger de nuevo aunque lo que venga realmente suponga un cambio importante que a nuestra mente le cueste ver.

Mira a tu mente y a tu ser con amor, mira a los otros con amor y recuerda quién eres.

La esperanza te sostendrá hasta que puedas ver de nuevo desde la certeza, que nada te puede dañar ni a ti ni a tus seres queridos.

Que no podemos tampoco dañar a nadie, que es solo una obra de teatro y que podemos disfrutarla y encontrar en ella amor, paz, serenidad y algo por lo que luchar y vivir.

A veces me preguntan, ¿dónde están los ángeles en todo esto, dónde esta Dios?

En el libro “El plan del alma” de Robert Shwartz, nos explican que dado que nosotros pedimos hacer nuestros aprendizajes y escogimos las circunstancias que viviríamos para este logro, ni los ángeles ni Dios intervendrán en este deseo.

Este es nuestro acuerdo, este es nuestro propósito y aunque en el plano físico no podamos verlo, la realidad es que somos seres de luz en un proceso de aprendizaje y que, dado que somos eternos, la “realidad” es mucho mas grande de lo que podemos ver, también más amorosa.

Espero que este escrito te ayude a ti o a un ser querido en un proceso de duelo.

Recuerda que, si sientes que necesitas ayuda en tu proceso, o quieres saber más de este tema y cómo aplicarlo en tu situación particular, puedes reservar una cita conmigo haciendo clic acá y con gusto te ayudo a trabajarlo.

Recibe un abrazo de luz y te espero mañana,



111 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comentários


bottom of page